Ese que hoy cumple 50 años, el mismo que nos hizo emocionar, nos hizo reir y nos hizo llorar, nos hizo angustiarme y nos hizo ver la luz. Ese mismo se puso la rojinegra, a pesar de que volvía de inactividad y con lesiones varias, que no pudo jugar todo lo que quería, que estaba de paso para llegar bien al mundial del 94. Se puso la de Newell's. No nos lo quita nadie.
Hoy por hoy fue desechado por aquellos que mueven los hilos en un edificio gris perla en Viamonte y Uruguay en la CABA, tras haberlo usado para que todos volvieran a interesarse en la selección arrastrados por su figura. Seguramente Lorente defenderá las decisiones de ese hijo de puta, ya que le debemos cientos de favores, como todos. Pero es el pueblo quien lo banca al 10go, el mismo al cual nunca le dió la espalda, a pesar de haber sido siempre la estrella, el siempre estuvo del lado de la gente y de los jugadores. Vaya un gran saludo desde Kosovo, y esperemos que vuelva a poblar el palco preferencial para que las chilenas inexplicables de Marino se puedan repetir.
El último partido del Dié con la gloriosa (y también una mini-entrevista de ese mal periodista que siempre fue Quique Sacco con Ricardo Rocha, otro excelentísimo jugador que supimos disfrutar):
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