Placard Kosovar: Luanvi Blanca

Lunes 24 de mayo del '99. Newell's recibía a Colchón de Santa Fe en el Coloso.

Se jugaban los famosos partiditos de los lunes de TyC (donde tan bien nos solía ir), pleno Clausura '99, donde terminariamos en el 7° puesto con la suma nada despreciable de 27 puntos, además de ortear al desaparecido Risario Bentral por 4 a 1, siendo quizás, la última gran orteada a nuestro favor en un derby. Por la 14 de dicho torneo, llegaba Coloncito.

Este modelo nunca se vendió en los locales tipo Sp**t78, ni en ningún lado.

Newell's firma con Luanvi, marca valenciana que vistió a varios equipos de la primera española, presentó para la Lepra dos modelos, uno rojinegro "tradicional" y uno alternativo, completamente negro, hasta aquí todo bárbaro (?)
Históricamente contra los pescados olorosos, de local, usamos la blanca, listo, pero a los utileros les agarró un patatús (?) cuando vieron el modelito blanco que los españoles prepararon para la Lepra...

La horripilancia en si misma, pero con el novedoso detalle de los escuditos brillosos en la tela.

Cobelli lucha contra Morant y el mal gusto de Luanvi

Ante la confusión que se generaría si la Lepra se vestía todo de negro, se acudió a este híbrido, que consistía en una camiseta blanca con el cuadradito de La Crapital remarcado en negro y las mangas de la camiseta habitual, a decir verdad muy bien no quedaba, más si a esto le sumamos un shorcito negro y unas medías donde preponderaba el gris. Terminaba la decoración un escudo bordado (in your face Topper) y unos números genéricos.

Tras un centro de Manso, la cabecea Larry y el Gordo la manda a guardar.

Luanvi vestiría a Newell's una temporada más, siendo lo más rescatable el accesible costo de sus prendas, y dejandonos algunas perlitas dignas de homenajear. También en su haber figuran el famoso "color arena", la deficiencia textil u operativa, de no proveer de camisetas de mangas largas, y tener que recurrir a mangas agregadas, y no podíamos olvidar, el famoso diseño del Coloso en la base de la espalda en la casaca titular, que bastante distaba de la realidad.

Ni un diseño tan a los apurones pudo frenar la magia de Mansito.