23 de abril de 2013

38 Finales + 1 Superfinal, vol. 28: Tener huevos es una cosa, peinarse como Gorosito, otra (?)

Cosas de un domingo cualquiera en el Coloso

La proliferacion de trapitos, afuera del parque, para los Dunas, VW Gol, Peugeot 504 y por ahí cada tanto un Suzuki Fun, y adentro del parque, con las musculosas oficiales, aparcando VW Vento, BMW, Mercedes y algún Honda Fit. Por la gente cada uno en su lugar.
Los termos, se bajan de los bondis con el consabido aroma a Malbec y el portentoso estruendo de la pirotecnia.
El palomar, ahora vacío de aves y lleno de fumones. Sigue habiendo seres que vuelan.
Los bretes, donde podes pasar sin carnet ni entrada, te revisan la cara nomá.
Minas, menor nivel que en los partidos de copa.
El merchandising no oficial, mejoro claramente su nivel en estos últimos años, y claramente también las ventas, ahora que vienen todos los fierros que antes no venían, y acaparan todo lo que sea rojinegro para exhibir orgullosos en sus casas, aunque no saben quien carajo es Vieyra.
El molinete del medio, que nunca funciona.
Pijui, cercenado en su derecho de vender golosinas varias, su rango de acción solo fue reducido a las semillitas. Injusticia.
La pileta, cada vez mas decorada y mas cheta, cuando a su alrededor el piso descascarado de baldosas esta casi intransitable. Signo de los tiempos.
Los pibitos, colgados del alambrado gracias a un buzo atado que les sirve de sostén.
Mucha cara de orto por culpa de la resaca. Algún valiente que viene en lentes de sol aunque ya esta cayendo la noche.
Una púber opto por meter mitad labios rojos, mitad negros. Aquí también, la nación crece.
Cada vez hay mas globos con motivos marketineros pelotudos adentro de la cancha.
Entra la murga. No, no es Tigre, digo la murga que acompaña a los pibes de los comedores comunitarios. Lo sabemos porque no hay ningún arquero con pantalones largos entre ellos.
Sale el team, otra vez todos de blanco. Esperar veintiocho minutos a que la TV Publica termine de pasar propaganda política. Y si, por fin va a empezar, ¡DALE ÑUBEL! Sentarseee (?)
Manejamos la bocha desde el fondo, nos presionan, pero mal, Villalba la empieza a manejar, abre para Figueroa por la izquierda.
El tiempo pasa y ya empezamos a abrir el paquete de semillitas, el equipo la mueve de acá para allá, no pasa nada.
Bochazo al área, piden orsai y la pelota entra pidiendo permiso, nadie entiende nada ni por que fue un gol tan choto, así que seguramente fue de Figueroa.
Listo, ahora si tranquilos, sobretodo con la elección de temas de LHMP, empiezan los bostezos. Si hacemos el primer gol ganamos.
Entretiempo. Pedir permiso para pasar entre los que se sientan, dejen espacio che. Un vaso de Pecsi a trece pesos.
Salen los equipos, lentamente la gente se empieza a erguir, arranca el segundo tiempo y se oye un nuevo ¡DALE ÑUBEL!
Segunda amarilla y roja  contra uno de los nuestros, historia conocida. Gol de ellos, el espíritu del sensinismo sobrevuela el Coloso y un fuerte hedor a empate triste comienza a inundar las tribunas.

-"Vieron que agachandome cuando viene un centro, iba a triunfrar (?)"

Cosas de un domingo atípico en el Coloso

El hombre visera apura un cambio necesario, saca un delantero y pone un defensor, nuestro capitán es ahora Pablo Pérez (!). La Lepra con diez hombres y ante el apremio de no caer ante las garras del sensinato, comienza a crecer en juego y hasta logra hacer algo increíble para propios y extraños: un gol de pelota parada. Con este auspicioso panorama y sepultando los fantasmas del pasado, la Lepra hace del toque y el desmarque un culto y tras la tardía expulsión de Castagno (hacía dos torneos lo tenían que rajar) llega el merecido golazo de Ignacio Martín, para sellar el resultado, ganar en tranquilidad y llevar una nueva alegría a todos los leprosos de buen corazón (?).

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