2 de julio de 2013

38 Finales + 1 Superfinal, vol. 38: La banda loca

Dice cierto hombre estadio que cuando perdes se maldice hasta lo bueno y cuando ganas se bendicen hasta las mangas inexplicables por donde salen los jugadores. Pero en todo hay que hacer un alto, y reflexionar un poco, para poder darle la real magnitud de todo lo conseguido y poner en real perspectiva el inconmensurable trabajo de un entrenador, que vino a poner la cara en un momento complicado, sacó la basura, puso las cosas en orden, levantó al grupo de jugadores anímica y futbolísticamente, y aleccionó al futbol argentino todo con una demostración de futbol y paciencia para obtener los resultados. ¿El Tata? No, Caruso. (?)

Todos los que contribuyeron para la obtención del título. Si, Bottoli no aparece.

La fiesta del campeón 

El equipo no ocultó sus ojeras, ni intentó eliminar la resaca de los festejos -incluso algunos con el pelo teñido de rojo como si fueran ancianas-, pero de igual manera salió a la cancha a disputar el partido. Llamativamente no hubo demasiados fuegos artificiales, ni bajó ningún cantante desde un helicóptero (?) y se entonaron canciones que a lo largo del torneo no se habían cantado. Luego del partido de rigor, se hizo una premiación con medallas para todos y la Copa de campeón. Después de eso, desarmaron el escenario y la fiesta fue de los jugadores con El Referente como conductor de la velada y la palabra de los más experimentados del plantel, siendo el discurso de DM5 la que emocionó a grandes y chicos. Al final los jugadores invitaron al público a sumarse a la caravana al Monumento.

Locura

La copa Juana Azurduy

La caravana

Una extensisima caravana de autos, motos y peatones fué encabezada por dos micros descapotables, en uno los jugadores campeones, como corresponde, y atrás de ellos el micro descapotable de la barra brava los hinchas jerarquizados (?), que dicho sea de paso le mangueaban escabio a los players. Esta caravana (según los medios vandalica) avanzó a paso muy lento por Avenida Pellegrini haciendo que el festejo se extienda hasta muy tarde, llegando al Monumento, una multitud esperaba por el plantel y la fiesta prosiguió con mucho aliento y falopa.

El bono

Apenas terminado el partido ante Atlético de Rafaela, y ante la inminente obtención del 7mo título, la Comisión Directiva pasó a exprimirle el último poquito de jugo a la figura sobreprotectora de GDM,
decidió (antes de la reunión pertinente que finalmente lo oficializó) imponer un bono "obligatorio" del día del hincha. El bono con un costo de 50 pe debía ser igual para todos, aunque como siempre solo lo paga la gilada. Con la promesa de grandes sorteos como una Motomel o las camisetas de los jugadores que finalmente se hizo con un sorteo de Lotería Nacional, una semana después y donde a muchos le cortaron y retuvieron el lado incorrecto del mencionado bono, y donde según las bases solo había 48 hs. para reclamar el premio y en la web oficial del club no se publicaron los números ganadores. Si, tocuen es cuento.
Cabe destacar que el bono fue denominado "Día del Hincha" y el anterior (vs. San Lorenzo 2012) fue "Día del Club", así que no les extrañe que cuando las cosas vayan bien en lo deportivo, nos enchufen dos bonos anuales.

Kosovo siempre presente

En las ultimas semanas, mas de un arribista se acordó de que cierto equipo podía ser campeón, y empezaron a poner la tarasca para ver en vivo aunque sea las últimas fechas de este glorioso proceso a cargo del hombre visera, provocando que el ya lleno en fechas anteriores Coloso del parque ahora sufriera el amontonamiento de la gente que se agolpó en las tribunas para ver al equipo, se reasoció o hizo colas interminables para conseguir una entrada. Ante esto el club por un lado cerro la inscripción de nuevos socios -porque la capacidad en las tribunas del Marcelo Bielsa rebalsaba- pero por otro abrió sus puertas para que todo el que quisiera ingresara al estadio el día domingo sin mas que consiguiendo algún carnet o teniendo algún conocido en la puerta y comprando el bono, y por supuesto llegar antes a la cancha que la gente que pagó su abono, mas el bono y vino religiosamente a todos los partidos del torneo, que naturalmente acostumbrados a no hacer filas largas ni llegar con varias horas de antelación -porque para eso pagan un alto precio cada uno de sus asientos- se quedaron afuera sin poder ver el partido. Una falta de respeto. Ah, para el ingreso a la popular que generalmente era visitante y por disposición de los ineptos de seguridad fue local, no había molinetes, con solo mostrar un carnet cualquiera y tener tu bono alcanzaba y sobraba.

No hay comentarios: