31 de enero de 2014

Arando en el mar y sembrando en el viento

La revolución Tata, así fue, una revolución. Corrigió, ordenó, gestionó, aconsejó y hasta aportó economicamente. Una figura que opacaba al resto, como cuando fue jugador. Un distinto en serio. Si en un primer momento su respuesta fue "NO" y el primer equipo fue dirigido por Javier Torrente (ex-Chofer ayudante de Bielsa), hoy en la lejanía se entiende aquel "NO": Martino no estaba dispuesto a ser un parche o una solución temporal, sino que estaba perpetrando algo mucho más grande.


Llegó en un momento más que crítico, un equipo que había ganado un solo partido en el semestre, con conflictos por todos lados, el capitán amenazado, el playón vallado, la policía golpeando impunemente a los hinchas dentro del mismo estadio, rumores de un amorío entre dos jugadores (!), un 9 que no metía goles, todas las decisiones y posibles incorporaciones filtradas a la prensa, un descenso en puerta... dirigentes con la manzana rodeada...

Con poco (prácticamente nada) enderezó el rumbo, trajo a Víctor López y a "Carachito" Domínguez, se deshizo de Carmelo Valencia, Camacho, Riveros y Mainguyague. Y con los que se quedaron la peleó. Sin achicarse, fue al frente en todas las canchas, en todos los aspectos. Ofició de DT, manager, dirigente, inversor... Terminó peleando un campeonato con un 9 de 20 años, el referente (anteriormente casi empujado al retiro) como el distribuidor del equipo, el 5 bien cerquita de los zagueros, los laterales en campo contrario, en fin. Algo totalmente distinto a la pobrísima expresión que habiamos visto...

No conforme con esto, su espíritu ganador lo llevo a pensar en grande, convocó a hijos pródigos de la casa que triunfaban afuera y ganaban una obscenidad de dinero para que se pongan la rojinegra otra vez. A tal punto que cuando les comunica a los dirigentes que "Ya está lo de Roma" estos pensaban que el DT se iba, y ni siquiera se les cruzó por la cabeza el hecho del regreso del Gringo. O casos como el de Nacho, donde solo el DT lo esperó. "Si no es Nacho que no venga nadie" y los directivos ya barajaban otros nombres, mientras el 32 trotaba solo en ADIUR.

El segundo torneo se escapó por menos que el primero, y el sinsabor fue mayor. Con la ilusión de la Copa y el deber de obtener un campeonato, el gran Tata se queda 6 meses más.

En el primer semestre del 2013 no solo se alcanzó la gloria a nivel nacional, sino que se perfeccionó un sistema, una filosofía, se hace un culto al toque, la rotación y la salida limpia por abajo. Y también en los detalles "chicos", por ejemplo la carta de Peratta a los periodistas (que solucionó puertas adentro) o cuando se fue personalmente hasta Soldini a buscarlo a Ferracutti que quería dejar el fútbol.
Se enfrentó a la prensa, la porteña: cuando llamó al programa de Fox y desmintió en vivo a Aldo Proietto, que le atribuía al Tata un pre-contrato con Boca. Y a los locales, cuando les cortó el flujo de información, o cuando en plena pretemporada le espetó a La Capital que ya habían publicado demasiadas veces la tabla de los promedios.
Sin dudas, Martino fue lo mejor que le pasó a Newell's en el último lustro, y probablemente, muchos no tomen dimensión de los alcances de la revolución Martino.


Una vez que Victor le contiene el penal a la Fiera, el ciclo Martino llegaba a su fin, y con él se dejaron de hacer bien las cosas.
Se trajeron jugadores por traer: Lazzaroni (que en 19 fechas no tuvo minutos ni integró el banco de suplentes), Gabbarini (un arquero para ser suplente, relegando al proyecto que trajo el Tata: Rey) y el caso más sensible para los hinchas de Newell's: Damián Alejandro Manso. Manso fue rechazado dos veces por Martino, no fue pedido por Berti y llegó con un estado físico lamentable.

En cuanto a las bajas, culminó el 23° préstamo de Vergini que se fue corriendo a Estudiantes (y por consiguiente fue convocado a la Selección) a quién no compraron cuando su pase valía dos mangos, y cuando arreglaron una nueva cesion ya valía el doble. Y Urruti, tanto se habló del proyecto de inferiores, que cuando surge un 9 de inferiores se termina yendo como laucha por tirante (como Cobelli); sin dudas el puesto de centrodelantero es donde más jugadores se trajeron (Salcedo, Núñez, Boghossian, Borghello, Taborda, Almirón, Bieler, Aquino, Scocco). 

El tema Urruti estuvo tan pésimamente manejado, que hasta parecía que se lo querían sacar de encima. Lo que nos lleva por enésima vez a buscar un 9 barato y que haga goles, u otro gesto del Papa Francisco Nacho, que no solo debió comprarse y venderse solo, sino que ahora debía gestionar un préstamo a seis meses de haberse marchado.

Y en las cuestiones extrafutbolísticas se logró volver a los partidos de verano en Mar del Plata, al tiempo que siguieron los desmanejos con Topper, una marca a la que solo se le solicita ropa Siamo Fuori para el plantel y camisetas para las inferiores, pero que no se le exige mas, carece de stock de cualquier artículo y va a reponer con nuevos diseños recién en Marzo, con 8 partidos ya jugados, mientras que a Berti le dan ropa sin estrellas para no quedar expuestos por no tener indumentaria actualizada a 7 títulos.
Y con la prensa, se volvieron a los problemas de antaño, en los cuales desde algunos sectores del club se defenestra a ciertos periodistas que se dedicaron a defenestrar a Berti, mientras que por otro lado integrantes de la CD le dan información de primera mano.

En definitiva, no parece haber un plan futbolístico a largo plazo, ni tampoco se supieron aprovechar las enseñanzas que nos dejó GDM para administrar al equipo al corto plazo. Se trajo un manager al cual se lo ningunea, casi que se vive al día tapando con parches, mientras vemos al Tata por televisión pilotear otro quilombo llamado Barcelona.

4 comentarios:

Pachorra Smaldone dijo...

1000 % (?) de acuerdo. El Tata es un tipo de una talla excepcional, a mi ver sólo comparable con Marcelo o Griffa. Los dirigentes están piloteando bien el tema de la deuda, pero la gestión futbolística deja mucho que desear

Anónimo dijo...

La realidad misma. aplaudo esta reflexión.

Anónimo dijo...

excelente análisis... sin dudas que esperar que esta CD no repita los vicios y errores del pasado reciente es una utopia... una pena y un error imperdonable que el PROYECTO TATA solo funcione con Martino a la cabeza.

Anónimo dijo...

buena nota, pero tiene un error... CUando estaba el chofer de Bielsa (Torrente) al Tata no lo llamaron, al q llamaron fue a Bielsa, y dijo q NO, y leugo se fue a fracasar al Bilbao.
Ahora cuando se vaya Berti Newell's qeuda de nuevo en situacion critica, Bielsa, demostrara q realmente "dificilmente quiera a otra camiseta mas q aa la de Newells"? O de neuvo preferira la camiseta del dinero?